El año pasa volando, cada año más rápido.
Esa sensación de que todo llega antes no es
sólo un tópico navideño. Cuando repetimos experiencias en lugares donde las
hemos vivido antes, nuestro cerebro procesa de manera diferente la información.
El recuerdo se almacena más deprisa y se acelera. La misma sensación que tenemos
cuando vemos nuestra película favorita, esa que hemos visto docenas de veces.
A medida que pasan las temporadas, los
pescadores buscamos revivir sensaciones, y repetimos los mismos lugares, esos rincones
especiales que no podemos olvidar.
Momentos especiales en lugares especiales,
se acumulan en nuestro cerebro dejando la sensación de temporadas cada año más
cortas.
El tiempo es relativo. Lo son sus cargas y obligaciones
y la seguridad que buscamos en ellas.
Prefiero aferrarme a lo sentido, ese
espinazo que articula lo vivido, que lo hace permanente en nuestra memoria. Porque
somos lo que sentimos.
Que ganas tengo de ver algún dia los paisajes del primer video, ya sueño con la temporada 2017. La redacción pone la piel de gallina... como siempre amigo. Un abrazo.
ResponderEliminarYa tenemos un techo donde meternos, así que buscaremos la manera de poder coincidir...Un abrazo!
EliminarNos cuentas verdades que no siempre vemos, el tiempo pasa rápido y hay que atesorar esos momentos. Los tuyos de 2016 parecen fantásticos,
ResponderEliminarun saludo Álvaro.
Gracias Mario!
EliminarSeguro que también estás deseando que llegue 2017 para seguir disfrutando. Un saludo.