martes, 31 de enero de 2012

MENÚ DEL DÍA

Un viento helado y chispeante de nieve sobre la cumbre del Fontún nos ha bajado pronto de la montaña, dejándonos una larga tarde de domingo refugiados en casa. Recogido en el cuarto de montaje repaso modelos y materiales pensando en la próxima temporada. Abro la caja de moscas y la variedad de colores se ve como esos carteles de los restaurantes repletos de platos combinados, donde hay bocados para todos  los gustos.



Hoy el menú del día tiene de plato principal ecdyonúridos. Los extiendo sobre la mesa y hago recuento de raciones. Echo de menos algunos modelos, así que busco el menú en la carta y reviso los ingredientes en la ficha de montaje.




Me apetece una ración de torrentis, así que me visto de chef y me pongo a la faena: anzuelos sobre el fogón del torno y a cocinar unas moscas... con fundamento.




Dentro del género Ecdyonurus spp. la especie torrentis es la más montaráz. Se encuentra en aguas rápidas, donde sus vuelos de cortejo concentran buen número de adultos en las horas centrales del día. Es un bocado jugoso que las truchas buscan activamente, cebándose casi en cualquier momento soleado del día desde el mes de mayo hasta bien entrado agosto.

Se trata de una mosca grande cuyas imitaciones no faltan en la caja de los pescadores de montaña. Su buen tamaño, su amplitud horaria y de fechas la convierten en una mosca de conjunto muy efectiva.
Aunque cada uno tiene su versión favorita, generalmente se monta en tallas no inferiores al #14 en tonos teja o rojizos muy vistosos.

Joaquín Herrero creó una excelente imitación cuyo montaje original ata sobre un #12 un cuello tradicional mezcla de rubión y grizzly. Joaquín lo llama el "pardosaurio" por su gran talla y en las aguas rápidas es muy agradecido por la cantidad de truchas que levanta y lo benevolente que es con la presbicia.

Con permiso del maestro Joaquín he adaptado (mejor "apañado") diferentes versiones para diferentes situaciones en el río. El pardosaurio clásico en un #12 llega a montarse en un #10 para los pozos profundos y torrenteras más movidas. Parece excesivo, pero es necesario hacerla visible a las truchas más empozadas ya que pocas truchas dejan pasar tan buena tajada. Un cuello abundante con fibras exageradamente largas (superando la curvatura del anzuelo) mejora su flotabilidad. Comienzo el montaje con mi particular manía de montar colas muy largas que me anima a creer que ayudará en la navegación actuando de "patín" (cada cual con sus fantasías).



Muchos pescadores de aguas rápidas prefieren el parachute puesto que son montajes fáciles de ver y se presentan con rapidez en espacios pequeños. Un segundo basta para que plaquen y deriven con garantía. El cuello es el mismo del montaje clásico pero colocado en un paracaídas muy poblado para sujetar tanto peso y con un poste vistoso.


Tras el agua movida encontramos muchas veces agua parada y pequeñas tablas. Las truchas tienen aquí tiempo de mirar lo que comen y nuestro peludo bocado a veces las desanima. Así que cambiamos de versión jugando con dos ingredientes: talla baja y cambio de montaje.

Para bajar la talla montamos el modelo en emergente sobre un #14. Importante no olvidar un cuello escaso, un abultado saco alar y una generosa exuvia que empape el agua. Ha de navegar bien placada, casi hundida, en el límite entre el agua y el aire. Allí donde la larva que sube del fondo rompe su cutícula para emerger como adulto.




La otra posibilidad es cambiar de montaje. El cdc nos ayuda a desnudar la mosca dándole un aspecto más natural, gracias a esas alas verticales que dibujan una silueta inequívoca de efémera. Subir de un #14 supone rozar el límite de flotabilidad en un montaje tipo cdc. Unas alas perfectamente verticales y alguno de los aceites especiales para el cuerpo  retrasan el hundimiento.




Los últimos veranos he preferido la alternativa de la seda. El rojo burdeos brincado en limón atrae antes las miradas de las truchas sobre su cuerpecillo estrecho y alargado. Esperando el momento adecuado, me reservo a presentarla cuando veo clara la postura. Bien seca en deriva libre, se vuelve francamente apetitosa.



El conocido montaje MP81 de Marc Petitjean es un buen ejemplo de ecdyonúrido venido a más. Es una mosca grande que mejora su flotabilidad usando cdc teñido para el cuerpo y cercos en V. Un poste blanco entre las alas da licencia para bajar corrientes sin perderla de vista.

Esta popular mosca de conjunto que los españoles llamamos "Barón rojo" (o ""Barón cojo" como diría mi amigo Carlos) nació en Suiza en el seno de su tradicional y numerosísima familia de montajes en cdc, conocidos internacionalmente de la mano de Marc Petitjean.


También existen Barones negros, verdes e incluso azules y todos pescan, muestra de que el modelo funciona en las movidas aguas suizas y en el resto del mundo.

El desembarco del Body Quill en el laboratorio de ideas de Paco Lizarraga (Paco "Maravillas") ha traido brillos y texturas innovadoras en modelos que las truchas comen con gula. El humilde ecdyonúrido de menú del día, se convierte en fusión y alta cocina de la mano de Paco, nuestro Ferrán Adriá del montaje.

Las truchas estan pasando el invierno pendientes de la freza y los hielos, yo me quedo entre fogones, cocinando a fuego lento. Cuando llegue el verano subiré a la montaña, abriré mi fiambrera y presentaré a las truchas su plato favorito: ecdyonúrido en salsa de dubbing con reducción de cdc en parachute... para chuparse los dedos.

Buen provecho.


2 comentarios:

  1. Buen menú, menuda pinta tiene el "tapper" de la primera foto.

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  2. Cuántas alegrías nos dan estas grandes imitaciones y qué gusto da pescar con ellas... y montarlas sin dejar la vista!

    Un saludo Álvaro!

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