sábado, 4 de febrero de 2012

DUERMEVELA




"Cuando me desperté, todavía no había amanecido. La habitación estaba completamente a oscuras, pero una luz helada estallaba en los cristales enmarcando con timidez extraña el pequeño rectángulo de la ventana. Era la nieve, que caía ya como una maldición antigua y blanca y que empezaba a sepultar una vez más los tejados y las calles. La ventisca había amainado y una calma profunda se extendía ahora por el pueblo llenándolo de desamparo y de silencio. Durante algunos instantes, mientras el sueño volvía a apoderarse nuevamente de mis ojos, la nieve de mi infancia comenzó a fundirse en ellos -como si la visión de la ventana y la nieve que caía sobre el pueblo formaran también parte del recuerdo-, añadiendo a la noche la estela de otras noches, arrancando al olvido la soledad primera, transformando en memoria la mirada y el sueño. Hundido en esa niebla, me di la vuelta para seguir durmiendo."

Julio Llamazares
"La lluvia amarilla"


3 comentarios:

  1. Veo que la nieve también os visita a vosotros. Yo me voy a la cama ahora y afuera está cayendo una buena nevada de nuevo.
    Precioso relato de Julio Llamazares, aunque "La lluvia amarilla" no lo he leído, aún guardo en el recuerdo "El río del olvido", un libro que me sirvió de "mapa" para ir a pescar por primera vez el Curueño en Valdepíelago.

    Un abrazo Álvaro!

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