miércoles, 19 de marzo de 2014

PAPELES MUERTOS


Hace unos días, revisando documentos de trabajo aparecieron por casualidad. Estaban herrumbrosas y rígidas como papeles muertos. Victoriano Crémer, el centenario escritor y poeta, las guardaba en su biblioteca personal mezcladas con un montón de fotos viejas. 

 



Son dos fotografías en blanco y negro, con un apunte a lápiz en el reverso.
La primera reza: “Vegacervera”,  la segunda: “Porma 1973”. 
Al verlas, me he visto en esas aguas, hace muchos años.

Las miro y remiro muy de cerca. Con el contorno pixelado, adivino una boina, una chaqueta de corte, cesta de mimbre y botas altas de gaviota. Mis recuerdos le suman marianos de algodón blanco y calcetines de lana, de esos que picaban tanto, enroscados sobre la pana. En la cesta una lata de sardinas y un recorte de chorizo junto a la gusarapera y una naranja manchada de trucha rodando de lado a lado.


Me recuerdo pasando el verano en el pueblo, siempre en el agua, con una caña prestada, ríos libres y todo el tiempo del mundo. Los domingos el sermón de misa cronometrado, para salir a tiempo de llegar a la mosca. 
Sólo quería truchas, truchas y más nada.
En casa escabeche y sopa de trucha y en la carretera los pescadores finos esperando el coche de línea para venderlas espetadas en una palera. Cuantas copas se pagaron con las pesetas de las truchas y cuantas cartillas de ahorro infantil engordaron con las pescatas vendidas a los restaurantes.
Quedan pocos días para el inicio de temporada en esos mismos ríos y reviso equipo para el 2014. En las etiquetas leo goretex, thermolite, vibram, fibra de carbono, fluorocarbono, polarized, tungsteno...
En la estantería, bajo los libros de pesca, tengo aparcado un carrete Mitchel 350 relleno de tanza, tecnología punta para las truchas de 1973. Ya no hay mojaduras de día entero, riñones fríos, pies arrugados, ni necesitamos fogatas junto al río para combatir la nevada de San José.

No sé decir que tiempo pasado fue mejor o peor, pero es cierto que hemos cambiado. Han cambiado las leyes, los materiales y alguna conciencia. Aquella ingenuidad de lo inagotable se fue y hemos necesitado cambiar las leyes y refundar el progreso para no quedarnos sin peces. 

En 2055 puede que alguien encuentre imágenes en un viejo disco duro, herrumbroso y rígido y recuerde como pescaba de niño. Si lo pienso, me sube un escalofrío.
¿Cuanto habremos cambiado entonces?

 

4 comentarios:

  1. Me temo que los papeles y las fotografías quedan, pero los soportes NTIC ya veremos. Yo tengo muchos discos magnéticos de 5´ y discos de 3 1/4 para los que ya no hay soft ni hard... porque me olvidé de pasar y actualizar sus formatos. Presiento un futuro con mucha desmemoria. Muchas fotos y textos (a pesar de "la nube") se perderán para siempre...

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  2. Tienes razón, necesitamos unos monjes medievales con mucho tiempo por delante para dar fe...de puño y letra.
    Gracias por comentar.
    Un abrazo.

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  3. No se dónde estaremos en 2055, probablemente, ya no recordaremos como pescábamos de niños, pero si seguimos vivos y la salud nos lo permite, seguramente estaremos pescando. Gracias a dios, no todo cambia.
    Un abrazo amigo. Ah!, y no dejes de escribir nunca!, por favor.

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  4. gracias amigo por llevarnos a aquellos tiempos tan cercanos y tan lejos de pesca hay aquellas lumbres a orilla del rio en el mes de marzo pues en una de ellas mi amigo le dio con el pie a la cesta de mimbre y a la lumbre con dos aparejos de Mosca y unos plomos y anzuelos solo la cesta en aquellos dias 150pesetas todo un dineralllll y despues todo a cambia mucho unas cosas para bien y otras como las truchas en los rios para peor cada dia menos y mas presion de los Pescadores si en aquellos tiempos habrian hecho tramos sin muerte y reducir los cupos de capturas hoy tendriamos mas truchas en los rios?? venga un saludo y sigue con estas tertulias buena pesca

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