sábado, 8 de diciembre de 2012

EN BABIA


 
 
 
 
 
Me gusta estar en Babia, no sólo por mi fama de despistado, sino por trepar esos montes que los reyes de otro tiempo contemplaban para huir del bullicio de la Corte.
 
Antes que río, el agua es nieve que duerme en las cumbres, así que hemos subido buscando los ríos de la siguiente primavera.
Siguen dormidos en las laderas, apenas un regato murmura valle abajo y el macizo de las Ubiñas se crece con las nieves dominando el paisaje. Así debió ser cuando los glaciares oprimían Europa. Un puñado de ríos sureños escondían las truchas aguardando el momento de regresar al norte.
 
 
Calzamos zapatones de raqueta para poder caminar y jugamos con espadas de luz. El tiempo está congelado, nos hemos quedado atrapados en la infancia, la verdadera patria, la que nos deja en Babia lejos del bullicio de la Corte.
 
 
 


2 comentarios:

  1. Preciosas fotos, Álvaro! Mucho he oído hablar de Babia y es un pecado ser de tan cerca y no conocer esa zona. Esperemos que siga cayendo nieve y los ríos no lo pasen tan mal como este año.

    Un abrazo!

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  2. Precioso lugar, aclara al entendimiento el "dicho" tan popular.
    Un Saludo.

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