miércoles, 4 de abril de 2012

AMURANDO

Si un gato se detiene, agacha la cabeza y mira petrificado el agujero del ratón, mi abuela diría "no le molestes, que está amurando". Y eso hemos hecho, lanzar despacio y pescar la poza muy quietos. La habíamos visto pasar por los bajos del puente de madera, pero al llegar a la poza nos encontramos la garduña en pleno día amurando sobre un árbol caído.
 
 

Tengo debilidad por las garduñas. A pesar de que en mi casa gallinas y palomas viven fortificadas para que no entre la "mostalilla" admiro su habilidad para colarse por agujeros diminutos y trepar a lugares increíbles.

Ha sido la anécdota de la apertura. Como ella, hemos estado "amurando" el agua buscando moscas y truchas activas. El río, cortito de agua y lejos de casa pero con el lujo de pescar truchas sin tocar y en completa soledad. El día, sin viento, oscuro y pinteando agua, acompañando al maestro Joaquín como guía mesetario de lujo. No se podía pedir más.




Mi caja aun tiene huecos vacíos esperando que las truchas digan que menú prefieren, pero las olivas eran apuesta segura y no nos equivocamos. Tanto en seda como en dubbing, las rhodanis nos han dado las primeras truchas de la temporada. Estaban fuertes y con el río tan cristalino hemos disfrutado del lance completo.



En el cielo los buitres han pasado la tarde buscando una térmica para tomar altura, pero el cielo no quería abrir y apenas subía el calor necesario.



Estos días olvidaremos tambores y cornetas para juntarnos unos cuantos locos del agua y caminar contracorriente buscando lluvia y truchas. Porque la temporada ya está abierta y nuestras cajas dispuestas, asi que... ¡pesquemos!

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